Entrevistamos a nuestra profesora de deportes para hablar sobre el premio Carmen Adarraga y sobre deporte y educación.

Acabas de recibir el premio Carmen Adarraga de manos de la Diputación de Gipuzkoa. ¡Enhorabuena! ¿Qué has sentido?

El sentimiento siempre es de alegría y positivo, porque al final, cuando recibes un premio creo que siempre es para estar satisfecho. En este caso, para mí, es doble satisfacción por el motivo por el que te lo entregan.

El objetivo del premio es reconocer públicamente la actuación y trayectoria de las personas que, abriendo caminos en el deporte, provocan cambios sociales a favor de la igualdad. ¿Qué importancia tienen este tipo de premios?

Por un lado, es un premio a una trayectoria, no es un premio a un hecho puntual ni a una acción puntual, sino a muchos años de trabajo; y eso es importante. Y, por otro lado, también es importante por el motivo por el que se da. Es un premio que se da a personas que impulsan el deporte femenino, que ayudan a que las nuevas generaciones se animen a hacer deporte, a trabajar en el deporte, y a fomentar un poco que las chicas estemos en todos los ámbitos del deporte.

Llevas 25 años en el mundo del deporte y del baloncesto. ¿Ha cambiado algo de aquellos primeros años a la actualidad en el deporte femenino? ¿Qué dificultades has tenido durante todos estos años como mujer entrenadora?

La verdad es que me siento una persona bastante afortunada en ese sentido. Cuando empecé a entrenar, empecé en categorías inferiores lógicamente, y es raro que encuentres dificultades en esos niveles. Las dificultades las encuentras cuando das pasos hacia arriba. Lo que pasa es que yo tuve la suerte de que me fichara la Universidad del País Vasco desde el servicio de Deportes y para el segundo año ya me dijeron que apostaban a ciegas por mí, incluidos los embarazos y los partos. Esa confianza y esa tranquilidad que me dieron me ayudo a crecer como entrenadora.

El equipo iba creciendo, subiendo de categoría… hasta donde estamos ahora. En este sentido podía haberme encontrado con muchas dificultades, como compaginar mi trabajo en EKINTZA, o para responder a la exigencia de la Liga. Pero en ambos ámbitos he tenido suerte porque siempre se me ha respetado tanto en la ikastola como en la Liga, y como en este último siempre hemos tenido resultados bastante buenos no han tenido que echarme. Por eso, en mi caso sólo puedo decir cosas buenas.

Has sido y eres el punto de unión de un equipo durante muchos años. ¿Tiene ese carácter colectivo del grupo reflejo en la sociedad actual? ¿Y entre las y los niños y jóvenes?

Esta pregunta es bastante complicada, porque a veces, me parece un poco injusto decir que los responsables de todo son los jóvenes. Es verdad que igual no se refleja ese carácter colectivo en la sociedad, pero tenemos que ser conscientes de la situación en la que vivimos actualmente, donde las actividades individuales tienen mucho, pero, se ha derivado un poco a hacer las cosas tú solo, tenemos mucha tecnología donde cada uno estamos enfrascados en nuestra pantalla… Pero también es verdad que ese sentimiento colectivo no se ha perdido del todo y hay muchos momentos en los que sí se da y se ve, y creo que la gente sí quiere tener ese espíritu colectivo.

¿Cómo ves el futuro del baloncesto?

La verdad que el baloncesto goza de muy buena salud. Tanto en Euskal Herria como a nivel nacional es un deporte que después del fútbol probablemente sea el que mejores condiciones tiene, y en ese sentido creo que tanto en la evolución que ha hecho como en las cosas que se siguen haciendo, por ahora hay años de baloncesto para rato.

Otra cosa es las diferencias que pueda haber entre el baloncesto masculino y el baloncesto femenino o entre el deporte masculino y el deporte femenino. En el caso del baloncesto, el mayor cambio y la evolución se está intentando hacer es en la profesionalización del deporte femenino. En el fútbol lo han medio hecho, pero creo que todavía no lo han conseguido de una manera real. En el baloncesto se está empezando a trabajar con en ello creo que ya este año va a haber conversaciones y pasos importantes para intentar dar ese paso. Y a partir de ahí, pues ver hasta dónde se puede llegar.

¿Y en el caso del baloncesto femenino?

Realmente la evolución es impresionante. Se ha evolucionado muchísimo en todos los niveles: en recursos económicos, en visibilidad, en todos los ámbitos del entrenamiento, tanto en la preparación física, como en la técnica táctica, como como en todo lo relacionado con el estudio de video. Y todo eso ha hecho que el crecimiento del baloncesto femenino en España haya sido espectacular.

En EKINTZA eres profesora de deportes. ¿Por qué es importante el deporte en la educación?

El deporte es una herramienta más que tenemos dentro del proceso educativo. A veces se le da menos importancia de la que creo que se le debería dar, porque creo que a través del deporte se consiguen desarrollar no sólo competencias y aptitudes físicas, sino muchísimos valores qué son importantes.

A veces dentro del aula es más difícil desarrollar algunos de esos valores, pero fuera de ella y mediante el deporte y los juegos es más fácil, porque se ven cosas que no se ven dentro del aula. Y en este caso también es importante estar atento para trabajar esos valores, como el respeto al compañerismo, el espíritu de sacrificio, al trabajo, a la humildad y un sinfín de valores más.

¿Cuáles son los objetivos que perseguís con el deporte?

Los objetivos de perseguimos cuando trabajamos con el alumnado, para mí tienen 3 puntos importantes. El primer objetivo es más físico y motor, que vayan adquiriendo destrezas y habilidades motoras y, a su vez, dependiendo la edad en la que actuamos, ir desarrollando esas capacidades físicas. Sabemos que hay unas edades sensibles que son óptimas para trabajar cada una de las cualidades. Por otro lado, también queremos inculcar y generar el hábito de realizar actividad física de una forma regular. Con ello lo que queremos es que vean la importancia de realizar esta actividad para la mejora en salud y la mejora en todo su trabajo mental. Y, por último, pero no menos importante, también queremos trabajar la educación en valores, que son muchos los momentos en los que en estas actividades permiten trabajar en valores importantes para la vida: el compañerismo, el respeto, el espíritu de superación, la empatía…

Además de las horas lectivas, el alumnado también tiene opción de participar en actividades de deporte escolar. ¿Qué beneficios tiene el deporte escolar?

El deporte escolar es un recurso educativo más, tan importante como las demás. Es una actividad voluntaria, pero si incidiéramos más en la importancia que tiene se podrían conseguir muchas cosas. Por eso creo que es un recurso que se podía explotar más todavía.

No sólo desde el punto de vista físico o deportivo, sino porque está muy unido al compromiso y a la convivencia con otros centros escolares. Es una actividad a la que tú te apuntas extraescolarmente, pero no por eso quiere decir que puedas ir cuando quieras. Todo aquel que se apunte tiene que asumir y aceptar que desde septiembre hasta junio tiene un compromiso: tiene que asistir a los entrenamientos y a los partidos.

En los últimos meses, debido a la COVID, ha habido muchas discusiones en torno al deporte escolar: el uso de la mascarilla, no haber podido mezclar grupos, la suspensión del deporte escolar… ¿Qué opinas de todo esto?

Creo que las y los niños, así como las y los adolescentes, van a ser los más afectados. Son edades muy importantes para la realización del deporte y la actividad física, ya que les ayudan a crear unos hábitos fundamentales para la vida. La COVID y las restricciones han anulado las opciones de hacer deporte, por lo que en muchos casos esos hábitos no se desarrollarán, y tendrán consecuencias muy negativas. Por supuesto, respeto todas las decisiones, pero creo que se podría haber buscado alguna formula para que pudieran haber hecho más deporte.