La transición del entorno familiar al escolar es un hito en el desarrollo de niños y niñas de la etapa infantil. Aquí entra en juego la famosa adaptación, necesaria y a veces temida etapa, ese proceso gradual de ajuste y familiarización que atraviesan niños y niñas cuando se incorporan a una nueva etapa educativa. En este caso hablamos de la primera, del salto del hogar a un nuevo espacio en el que comenzarán el ciclo de Educación Infantil. Y resulta todo un reto para nuestras y nuestros txikis, porque implica aprender a relacionarse con nuevos entornos, rutinas y personas. La adaptación abarca aspectos emocionales, sociales y de comportamiento. Implica que niños y niñas aprendan a separarse de sus adultos de confianza, seguir instrucciones, compartir o jugar con otros niños y niñas.

Evidentemente, la adaptación no ocurre de un día para otro, sino que es un proceso progresivo que requiere tiempo, paciencia y acompañamiento por parte de adultos de confianza. Junto con el primer esfuerzo de ajustarse a un horario, actividades y reglas escolares diferentes a las de casa o el establecer vínculos y relaciones con nuevas figuras desconocidas, la separación del entorno familiar y los cuidadores principales puede ser una de las mayores dificultades que afrontan los niños y las niñas durante la adaptación a la ikastola.

Un proceso natural

Como padres y madres, podemos sentir inquietud en este proceso, sobre todo cuando vemos a nuestros hijos e hijas llorar o con dificultades para abrirse al nuevo entorno. No es motivo de preocupación, son actitudes naturales inherentes a todo ser humano frente al cambio o al reajuste. ¿O es que los adultos no necesitamos quizás un tiempo de adaptación cuando cambiamos de trabajo o ciudad? Comprobaremos que con el tiempo nuestros hijos e hijas irán generando nuevos vínculos con las personas referentes de la ikastola, nuevas figuras de apego que tendrán un papel clave en su desarrollo y que en algunos casos perdurarán en su memoria años después.

La adaptación al ámbito escolar en niños y niñas de 2 a 3 años es un proceso gradual y natural que implica varias etapas. Primero, el niño o la niña reconoce y se familiariza con el nuevo entorno, las rutinas y las personas. Luego, comienza a explorar y participar activamente en las actividades y finalmente se adapta por completo al nuevo entorno de la Ikastola.

¿Qué hacemos en EKINTZA Ikastola para facilitar un periodo de adaptación satisfactorio?

Creamos un ambiente acogedor. Ofrecemos un espacio que transmite calidez, seguridad y confianza para facilitar la adaptación, a través de colores cálidos, decoraciones amigables y rincones de juego que invitan a explorar y a sentirse a gusto.

Establecemos rutinas claras y predecibles. Porque definir horarios, actividades y normas predecibles ayuda a que el niño o la niña se sienta orientado y pueda anticipar lo que sucederá.

Brindamos atención personalizada. Ofrecemos un acompañamiento cercano, adaptándonos a las necesidades específicas, fortalezas y estilos de aprendizaje de cada niña y niño.

Fomentamos la exploración gradual. Permitimos que niños y niñas se acerquen a su ritmo a los nuevos espacios, materiales, compañeros y compañeras.

Involucramos a las familias. Mantener un diálogo constante con las personas referentes nos permite coordinar acciones y anticipar posibles dificultades en el proceso de adaptación. Es fundamental que el niño o la niña sienta el respaldo de ambos entornos. ¡Aquí somos un equipo!

¿Qué papel jugáis madres y padres durante la adaptación?

Sois el principal pilar de apoyo emocional, encargados y encargadas de aportar seguridad, confianza y contención emocional a vuestras hijas e hijos durante este proceso de cambio y adaptación. También es crucial que las personas referentes mantengáis un diálogo fluido con las tutoras o con la orientadora familiar y estéis al tanto de los avances y retos en la adaptación. Es recomendable, asimismo, que alineéis las rutinas del hogar con las de la ikastola para mayor comodidad y orientación de vuestras hijas e hijos. Además, desde EKINTZA Ikastola damos gran importancia al euskera en la adaptación y la trayectoria escolar, por lo que animamos a las familias a que, en la medida de los posible, expongáis a vuestras hijas e hijos al idioma en casa. Les ayudará a mejorar su comprensión, les invitará a participar activamente y, en definitiva, a integrarse en este nuevo entorno.

Beneficios de una adaptación exitosa

Si algo tenemos claro basándonos en nuestra experiencia, es que una adaptación exitosa sienta las bases para un desarrollo y aprendizaje saludables en los primeros años escolares. Impacta positivamente en el bienestar emocional, aprendizaje y habilidades sociales, ya que facilita que niños y niñas sientan seguridad, comodidad y puedan explorar su nuevo ambiente con confianza.

Desde EKINTZA Ikastola estamos deseando acompañaros a las nuevas familias en este maravilloso viaje. Mucho amor y confianza a todas las que emprendéis esta nueva etapa, que es también una oportunidad de oro para conocer mejor a vuestras hijas e hijos y a vosotras mismas.