Beneficios del desarrollo del pensamiento computacional a través de la Robótica en las aulas

En EKINTZA Ikastola nuestra educación ha estado orientada desde el principio a la implantación de las nuevas tecnologías. La introducción de la tecnología se realiza de forma responsable y progresiva, adaptándola a las posibilidades y competencias de cada etapa y compaginándola con otras disciplinas, para garantizar la formación integral del alumnado. Así, cada vez estamos más acostumbrados a trabajar la denominada educación STEM. Es decir, una estrategia educativa que aúna ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Tiene como objetivo el desarrollo de competencias básicas transversales y disciplinares y trabaja el empoderamiento del alumnado para que pueda afrontar con responsabilidad los retos de nuestra sociedad.

Además de despertar la vocación científico-tecnológica, la estrategia educativa STEM promueve la mejora de las competencias del alumnado y su participación activa en su entorno.

Dentro de la educación STEM enmarcamos precisamente la asignatura de Robótica en EKINTZA Ikastola. En nuestro caso, la incorporamos a la ESO, porque somos conscientes de que empezar a trabajar el pensamiento computacional en este ciclo aporta múltiples beneficios.

 

Razones para integrar el pensamiento computacional en la ESO

“El pensamiento computacional fomenta la capacidad de descomponer problemas complejos en partes más pequeñas y útiles. Esto ayuda al alumnado a desarrollar habilidades para resolver problemas, fundamentales en diferentes áreas académicas y en la vida cotidiana”, nos explica Endika Pérez, profesor de Tecnología de la ESO.

La programación y el pensamiento computacional para diseñar algoritmos y resolver problemas requieren de la aplicación de la lógica. Esta habilidad mejora el razonamiento lógico del alumnado, lo que resulta beneficioso en matemáticas y otras disciplinas.

Pero no penséis que la programación se refiere exclusivamente a los cálculos y al código, también tiene mucho que ver con la creatividad. El alumnado, ante los problemas, puede desarrollar soluciones únicas y expresar sus ideas de forma innovadora mediante el diseño de algoritmos y la creación de programas.

Por tanto, aprender a programar y aplicar el pensamiento computacional puede aumentar la autoeficacia y la confianza del alumnado. Tal y como señala Pérez, “superar los retos en la programación les enseña a enfrentarse sistemáticamente a los problemas y a no tener miedo a los errores, sino a aprender de ellos”.

 

¿Cómo lo integramos en EKINTZA Ikastola?

Comenzamos en primer curso de la ESO, utilizando la plataforma SCRATCH para abordar la programación. Se utilizan bloques de programación para realizar diferentes simulaciones y como reto, cada alumno debe realizar su propio videojuego.

A partir del segundo curso utilizamos la tecnología de BQ para trabajar la robótica. La que recibe el nombre de plataforma Bitbloq. En este caso, se utiliza la placa electrónica ZumCore 2.0 (basada en Arduino) y se utilizan diferentes sensores o reparadores (LEDs, motores, sensores de luz, sensores de ultrasonidos, etc.). A través de estos ejercicios aprenden cómo se realiza la programación.

En 3º de la ESO damos continuidad al uso de la tecnología de BQ a través de la plataforma Bitbloq. Además de profundizar en el conocimiento de la programación, deben aplicarlo a la vida real e inventar un producto en beneficio de la sociedad.

En 4º, por su parte, avanzan en la programación por bloques y se forman en conceptos y montajes eléctricos sencillos de electrónica. Por ejemplo, aprenden a desarrollar aplicaciones sencillas para móviles a través del programa MIT AppInventor.

Y, por último, desarrollan el proyecto de grupo final de Tecnología, fruto del aprendizaje durante toda la etapa de la ESO en el área de Robótica, como comenta Endika Pérez, realizando creaciones realmente interesantes. ¿Algunos ejemplos? gafas para personas ciegas, coches teledirigidos, ¡o robots aspiradores!