Es sabido que los centros escolares con un liderazgo consciente y competente consiguen mejorar el rendimiento académico, el ambiente y la convivencia en el centro. Para ello se hace imprescindible contar con equipos docentes y directivos empoderados y formados para atender, apoyar y motivar al alumnado en sus procesos personales y educativos.

Consciente de ello, y fiel al proceso de mejora continua de nuestra ikastola, EKINTZA Ikastola ha participado en el Proyecto de Liderazgo para el Aprendizaje de EduCaixa, un programa que tiene como objetivo capacitar, prestigiar, fortalecer y transformar el rol de los equipos directivos.

El Programa se lleva a cabo de la mano de un grupo de expertas y expertos y académicos de ámbito estatal y en colaboración con el Institute of Education (IOE) del University College (UCL) de Londres, y parte de la promoción de una nueva cultura de liderazgo en los centros educativos. Es decir, se basa en ampliar el liderazgo más allá de las direcciones, incluyendo al equipo docente, al aula y al centro, fomentando así la mejora de la calidad de los aprendizajes del alumnado y del conjunto del sistema.

¿Cómo se desarrolla?

La iniciativa se materializa a través de una formación anual que combina tres modalidades de trabajo: formación presencial, trabajo en grupos territoriales de aprendizaje y diseño de proyectos de liderazgo por el cambio.

Compartiendo el espíritu de este proyecto, EKINTZA Ikastola fue uno de los centros seleccionados para participar en la primera edición. En aquella ocasión, Uxue Arrazola, directora de EKINTZA Ikastola, y Mertxe Urkiola, hasta hace poco directora pedagógica de la ikastola, se volcaron en la formación que les ofrecía el programa.

Más allá de la formación, cada centro participante en el programa debía definir un objetivo y hacer un recorrido para conseguirlo. “Nosotras participamos en la primera edición y después en un taller me pidieron que hablara de liderazgo compartido. Este año, en cambio, y tras un proceso de formación, he trabajado por primera vez como facilitadora de tres centros”, nos explica Uxue Arrazola.

Así, en la fase de Grupos Territoriales de Aprendizaje, Uxue Arrazola ha trabajado como facilitadora de los centros CEIP García Barbón (Vigo, Galicia), IES Ribera del Arga (Peralta, Navarra) e IDEO (Madrid).

Evolución del proceso

Para poner en marcha el proyecto, en julio se llevó a cabo una primera sesión en Barcelona, en la que cada centro definió sus retos o focos de trabajo acordes con el liderazgo educativo. A medida que avanzamos en este recorrido y con el fin de profundizar, tuvieron la ocasión de conocer de cerca algunos centros escolares, visitando los de Vigo y Madrid. Tal y como ha señalado Uxue Arrazola, en estos encuentros “hemos ido haciendo un seguimiento de su trayectoria y hemos ido detectando problemas y buscando soluciones a través de diferentes herramientas”.

Recientemente se ha trabajado en la ikastola la fase final de este itinerario, en el que han abordado el objetivo elegido y el recorrido realizado cuando se inició el proyecto, para recoger después el feedback del grupo y preparar la presentación para el último encuentro. En la sesión, que tuvo lugar hace unas semanas, las y  los representantes llegados de los colegios de Vigo, Peralta y Madrid tuvieron la oportunidad de conocer primero nuestra ikastola.

Impresiones de los centros participantes

“Las instalaciones les han parecido muy bonitas, luminosas y limpias, y destacaron nuestro Sistema de Evaluación y nuestro engranaje. Les ha parecido muy rico y van a valorar la posibilidad de implementarlo en sus centros escolares. También hablaban de que el engranaje parecía estar muy bien hecho en toda la gestión escolar”, nos detalla Uxue Arrazola.

Tras conocer de cerca la ikastola, llegó el turno de centrarse en el desarrollo de sus proyectos. Cada centro presentó el suyo y por equipos recibieron el feedback a través de diferentes dinámicas. Tras reflexionar sobre estos tres proyectos, presentaron una valoración del proceso.

En palabras de Uxue Arrazola, “ha sido una experiencia muy interesante. La evaluación del recorrido ha sido realmente positiva por parte de todas y todos los participantes. Destacaría un ambiente de equipo muy estimulante, que ha funcionado muy bien; han tenido claros los objetivos y han hecho una trayectoria realmente prometedora”.

En definitiva, aunque parten de realidades diferentes, tanto estos tres centros como EKINTZA Ikastola tenemos retos similares, por lo que se puede concluir que el trabajo en equipo ha sido muy rico, ya que conocer las diferentes escuelas y compartir con ellas iniciativas de mejora de los proyectos educativos representa un paso más hacia la mejora continua de la ikastola.