Uxue Arrazola: “La innovación nos ayuda a formar a personas competentes y capaces de afrontar los retos de una sociedad cambiante”

En EKINTZA Ikastola incorporamos continuamente en nuestras aulas metodologías y estrategias para enriquecer y actualizar nuestro proyecto educativo, siempre con el objetivo de formar a personas competentes y capaces de afrontar los retos del futuro, así como de disfrutar de una vida plena en una sociedad en cambio permanente. Con el foco puesto en la innovación, de un tiempo a esta parte la ikastola está experimentando un periodo de transformación profunda,  explorando e implementando nuevas estructuras y actividades,  así como nuevos ámbitos y hábitos de trabajo. En esta entrevista repasamos con Uxue Arrazola, directora de EKINTZA, los cambios que hemos incorporando recientemente en Educación Primaria.

 

¿Cómo ha ido desarrollando EKINTZA Ikastola su proceso de innovación educativa?

Históricamente, EKINTZA Ikastola siempre ha sido sensible a la innovación educativa, como eje de mejora continua y como fórmula para ofrecer a las familias que confían en la ikastola una educación que acompaña a sus hijos e hijas a lo largo de las distintas etapas educativas, a día de hoy desde los 2 hasta los 18 años. A lo largo de los años la ikastola ha desarrollado diversas iniciativas relacionadas sobre todo con aspectos curriculares, metodológicos y de evaluación. Más recientemente,  han cobrado protagonismo el aprendizaje cooperativo, el trabajo por proyectos, las estrategias de pensamiento o  la evaluación competencial.

En los últimos años las investigaciones en torno a la educación, la psicología, la pedagogía o la neurociencia han arrojado nueva luz sobre el valor o la eficacia de diferentes factores de los procesos de enseñanza-aprendizaje, que animan a una profunda revisión del sistema escolar.

El cambio de paradigma pasa por construir nuevos modelos de funcionamiento que ofrezcan a cada alumno o alumna una experiencia de aprendizaje que responda a sus aptitudes y le ofrezca diversas oportunidades para desarrollar una trayectoria escolar exitosa.

¿De qué manera se han materializado esos nuevos modelos de funcionamiento en EKINTZA  Ikastola?

Durante el curso 2020-21,  pese a su complejidad a causa de la pandemia, centramos nuestra atención en Educación Primaria. Habíamos identificado tres pilares sobre los que trabajar: profundizar en el enfoque competencial, poner en el centro la diversidad del alumnado y promover un enfoque interdisciplinar a lo largo de toda la etapa. El desarrollo de cada uno de los ejes favorece a los demás, por lo que hemos buscado que nuestro modelo de trabajo responda adecuadamente a los tres aspectos.

El enfoque competencial se basa en responder a la pregunta ¿qué sabes hacer con lo que sabes?. En otras palabras, se relaciona con saber utilizar y aplicar el conocimiento en ámbitos prácticos y reales.

En cuanto a poner la diversidad en el centro, supone partir de los diferentes perfiles de alumnado en cualquier proceso de aprendizaje, lo cual implica que el diseño de las propuestas didácticas se diversifica y flexibiliza para responder a los diferentes ritmos, intereses y necesidades del alumnado. Una apuesta que casa con nuestra filosofía de personalizar la atención y acompañar de cerca a cada estudiante.

En tercer lugar, la interdisciplinariedad tiene relación directa con la estrategia de trabajo por proyectos. Cada proyecto que proponemos al alumnado promueve diferentes tipos de aprendizaje: se aprenden estrategias y conceptos, favorece el desarrollo de múltiples habilidades y ayuda a interiorizar actitudes y comportamientos constructivos.

Este nuevo contexto de trabajo fomenta en el alumnado un mayor protagonismo, mayor interacción y una mayor consciencia sobre su proceso de aprendizaje.

En EKINTZA Ikastola, las asignaturas troncales euskera y matemática se trabajan con la metodología propia e innovadora Batera: todo el alumnado del curso en un aula abierta, organizado en grupos pequeños y con el apoyo de tres profesoras en el aula.
En Primaria, las asignaturas de euskera y matemática se trabajan con la metodología Batera: todo el alumnado del curso en un aula abierta, organizado en grupos pequeños y con el apoyo de tres profesoras en el aula.

 

¿Cómo se ha reorganizado el día a día en la ikastola para incorporar estos cambios?

El día comienza con un tiempo para Batzarra, un momento de saludo y bienvenida que sirve para estructurar el día y sus tareas, para compartir vivencias o para trabajar hábitos de convivencia grupal. De igual forma, el día acaba con lo que denominamos  Itxiera, un tiempo para cerrar la jonada reflexionando sobre lo acontecido durante el día, ya sea  lo que se ha aprendido como lo que ha vivido cada niño o niña.  La perspectiva es “aprender a aprender” y “aprender a convivir”.

Por otra parte, durante el día se combinan diversas áreas de trabajo con distintas formas de agrupar al alumnado y al profesorado,  o de utilizar los espacios. Por ejemplo, en Batera-Mate y Batera-Euskara  trabajamos las Matemáticas y Euskara, asignaturas que consideramos troncales en la ikastola, con una organización singular. La base de la organización es el curso, y se trabaja en estructura cooperativa. Es decir, juntamos a las dos aulas del curso y los niños y niñas trabajan en grupos distintos acompañados por tres andereños.  También se trabaja de forma distinta en el tiempo de Proyecto. En este caso, partimos de temas relacionados con las Ciencias Naturales o Sociales, y el programa de actividades de diseña en base a criterios de  interdisciplinaridad asociada a las inteligencias múltiples. El curso se organiza en grupos cooperativos, bajo la guía de dos profesores.

¿Cómo incide este nuevo planteamiento en la dinámica profesorado-alumnado?

Este nuevo modelo implica un cambio en el rol del profesorado, que ahora ejerce de guía para el desarrollo de cada alumna y alumno fomentando su autonomía y capacidad de descubrimiento. Además, este nuevo contexto de trabajo fomenta un mayor protagonismo del alumnado, mayor interacción y más consciencia sobre su proceso de aprendizaje. La dinámica diaria facilita el desarrollo de actitudes más activas y responsables sobre su propio aprendizaje, hace al alumnado más consciente de sus talentos y dificultades, potencia la propia iniciativa, la reflexión, la comunicación o el desarrollo de estrategias para hacer frente a las dificultades. Está dando muy buenos resultados.

El enfoque competencial se basa en responder a la pregunta ¿qué sabes hacer con lo que sabes?

¿La aplicación de estas nuevas dinámicas ha conllevado la transformación del espacio físico?

Efectivamente. El espacio también educa, e es el tercer educador. Está demostrado que influye directamente en las dinámicas interpersonales y también en el comportamiento de las personas. Por eso, es imprescindible acompañar el cambio metodológico con una nueva visión sobre el espacio de trabajo. En nuestro caso, se ha materializado en  habilitar espacios amplios y polivalentes que faciliten la organización de diversos grupos de trabajo, así como el llevar a cabo  los tipos trabajo que fundamentan el modelo. Por ello hemos reestructurado los espacios de aula de tal forma que sean fácilmente adaptables a las características específicas de cada área y dinámica de trabajo.

¿Cuál es el objetivo final de todos estos cambios en EKINTZA Ikastola?

El objetivo final es mejorar y enriquecer la experiencia escolar de cada niño, niña o adolescente, integrando más y mejor la diversidad del alumnado en el proceso de aprendizaje. Sabemos que si incidimos en su motivación, atención, curiosidad y responsabilidad multiplicamos las posibilidades de construir conocimientos significativos. Hemos dado un paso importante que nos ayuda a acercarnos más al objetivo final de la escuela, que es formar a personas competentes para afrontar los retos que van apareciendo a lo largo de la vida. En una sociedad tan cambiando como la actual, esto cobra mayor relevancia que nunca.